Raimundo Viejo Viñas

Profesor, autor, traductor, editor, ciudadano activo y mucho más.

Abr

18

Entrevista sobre el 15M


En los últimos tiempos no paro de recibir mails de activistas, estudiantes, periodistas y todo tipo de personal preguntándome por diferentes asuntos, por lo general todos ellos relacionados con la política de movimiento. Resulta difícil no responder, especialmente porque como ciudadanos que son ellos pagan mi salario (o lo que queda de él tras los recortes del 1%) y ellxs, mucho antes que las mafias neoliberales anglosajonas de las revistas del Index inquisitorial, se merecen el saber del que pueda disponer.

En fin, el caso es que hace un par de días recibí un mail del hermano de un antiguo estudiante mío en el que me pedía que respondiese a un cuestionario. Se trata de Guillermo González, un estudiante de primero de bachillerato en la Escuela Suiza de Barcelona. Sus preguntas, aunque en ocasiones van cargadas de las tonalidades prejuiciosas del discurso mediático sobre los movimientos, no dejan de ser un cuestionario realmente interesante que invita a la reflexión.

He aquí las respuestas.

Entrevista de Guillermo González

¿Tiene algún tipo de relación lo que ha venido ocurriendo en las universidades públicas en los últimos años (manifestaciones contra el Plan Bolonia) con la irrupción del 15M?

Sí, es obvio.

¿Cuál?

La destrucción de la universidad pública, la ausencia de perspectivas de futuro para la juventud han acabado por provocar su movilización.

¿Se les puede considerar un precursor directo?

Por supuesto: es un ciclo de luchas más que contribuye a la ola de movilización en curso.

¿Como ha influído la «Primavera Árabe» en el movimiento?

Aportando un repertorio de acción colectiva (la ocupación de plazas, el uso de las redes sociales, etc.) y un exterior constitutivo en sentido positivo, no identitario (otro lugar donde es posible aquello a lo que se aspira; en este caso, reabrir el horizonte de la política).

¿En qué medida ha influído el libro ¡Indignaos! de Stephan Hessel en la creación del movimiento?

Poco o nada. Ha servido más bien para que los medios etiqueten.

¿Realmente es tan grande como se dice, y por lo tanto se puede considerar un factor directo?

No.

¿Qué características más destacables tenía el movimiento 15M durante sus primeros días, teniendo en cuenta que ha evolucionado como movimiento en sí?

La disruptividad, su carácter inesperado, la capacidad de innovación en las formas de hacer política, en la composición social, en el hecho de que marginaba ciertas redes del activismo tradicional…

¿Es posible que el movimiento se burocratice o lo haya hecho ya?

No, entre otras cosas porque el 15M no es un movimiento, sino un acontecimiento que permite la política de movimiento. Decir que es un movimiento es no comprender la naturaleza del 15M, el efecto de la voluntad siempre reificadora de los medios de comunicación, necesitados de tener objetos, identidades, etiquetas…

¿Cómo y en qué afectó el movimiento a las elecciones del 22 de mayo de 2011?

Demostrando que hay una parte muy activa de la ciudadanía que no está representada. Demostrando que esta misma gente tampoco necesita la representación tal y como es definida en este régimen político.

¿Y a las del 20 de noviembre del mismo año?

Igual que el 22 de mayo. Por eso volvió a «ganar» la derecha (en rigor, a «perder» el régimen).

¿Cómo han interactuado los dos espíritus del movimiento? Es decir, el de las movilizaciones (protestas) y el de las asambleas (cambios y soluciones a los problemas desde la ciudadanía)?

No hay tal disociación entre dos espíritus. Es un razonamiento falaz: sin asambleas no hay «protestas» (luchas), sin luchas no hay movilización, sin movilización es imposible que haya asambleas.

¿A parte de la gran participación de la clase media, ha habido una participación remarcable de otros estamentos sociales?

Por suerte hace más de doscientos años que no hay (formal y legalmente) ningún «estamento» (eso era en el Antiguo Régimen). Por desgracia estamos en una sociedad de clases (y tal vez camino de la reaparición de estamentos). Es absolutamente falso que la participación sea de clase media (entre otras cosas porque tal clase no existe). La mayoría de lxs participantes son precariado metropolitano (que sí es una clase).

¿Afecta a la unidad del movimiento el hecho de que en este coexistan diversas ideologías y con ello distintos programas?

El movimiento por definición no es unitario. La suerte del 15M, precisamente, es que no lo es. La unidad es un precepto cristiano absurdo para la multitud.Por otra parte, tampoco se trata de elaborar programas o de tener un relato ideológico. Que haya diversas ideologías o grupos con programas no afecta en absoluto a la potencia política del 15M.

¿Por qué los estamentos de poder (no me refiero solo políticos sino también empresarios, banqueros y demás) han sentido tanto temor, tanto miedo, tras la irrupción del movimiento?

Aquí hablas con más acierto de estamentos, aunque tampoco creo que sea el mejor concepto. El temor siempre es lógico en el privilegiado cuando las cosas se mueven y la posibilidad de cambio es real. Por eso están criminalizando el movimiento, golpeando con porras, matando incluso con balas de goma. Se llama lucha de clases.

¿En qué términos se ha manifestado el debate sobre la violencia asociada a el movimiento?

En los mismos términos demagógicos y populistas de siempre.

¿Es cierto que la represión sufrida por el movimiento ha favorecido a este en última instancia?

No siempre. Depende de las circunstancias.

¿Por qué?

También depende. Y aunque sé la respuesta, me la tengo que callar: hay cosas que es mejor no explicar fuera de las redes de confianza.

¿Acabará desapareciendo el movimiento más pronto que tarde si no consigue unos objetivos concretos? ¿O los ha conseguido ya?

El movimiento no desaparece, se transforma, rekombina, muta… El ciclo del15M como tal ha finalizado, pero otros momentos proyectan su potencia más allá (17N, 29F, 29M…). Sus «objetivos» han sido más que alcanzados: ha conseguido cambiar la tendencia a la baja de la ola de movilizaciones con un ciclo rotundamente exitoso y activar la ciudadanía para que se empodere. Éxito total.

¿Qué cambio resaltable cree, personalmente, que ha conseguido el movimiento en el ámbito social?

El que acabo de mencionar: la autonomía.

¿Es necesaria una expansión al mundo rural para el movimiento?

Cada universo vive sus propios repertorios. El del 15M fue básicamente metropolitano. No creo que se tenga que expandir como si hubiese una voluntad que lo expandiese: quien quiere participa, quien no, sencillamente, no lo hace.

En caso afirmativo: ¿Por qué, qué ventajas aportaría a parte de más militantes y un mayor radio de acción?

El 15M no tiene «militantes», no es un partido ni una organización. Por esto mismo tampoco le preocupa si tiene o no implantación territorial: quien participa lo hace porque libremente así lo decide.

¿Realmente las asambleas aportan soluciones al precario panorama de nuestro país, o menos de las que cabría esperar?

Hay una programática asamblearia de un valor extraordinario que resolvería una cantidad enorme de cuestiones. El auténtico problema no es que el 15M no tenga programa, sino que el mando de este régimen no quiere implementarlo.

Por lo tanto, ¿son eficientes estas asambleas en su función?

Eficaces sí, eficientes quizá no tanto (no siempre se desarrollan todo lo bien que sería deseable). Pero en todo caso depende de qué entendamos por su función. Si es la de aportar soluciones y conseguir sacudir la opinión pública: éxito y eficacia total.

¿Hay mucha cooperación y participación?

Sin cooperación y participación, sencillamente, no habría.

Hemos podido observar durante estos meses de movimiento que gracias a él la gente de la calle se empezó a interesar por la política y las cosas relacionadas con el funcionamiento de nuestra sociedad. Por eso le pregunto: ¿Usted participa en el proyecto «Universidad Indignada 15M?

He participado en una infinidad de charlas del 15M (he llegado a estar dando dos y tres charlas semanales). Ahora concretamente no recuerdo si alguna de ellas era de la Universidad Indignada. En todo caso, no soy dinamizador de la Universidad Indignada.

Sí es así: ¿puede ser este proyecto la clave para perpetuar el movimiento al «educar» a la gente para tener una visión más crítica de las política y sociedad actuales y no sujeta a los dogmas del estado y las empresas? ¿Por qué?

El movimiento no educa a la gente. Eso sería una indoctrinación autocrática y se trata justo de lo contrario. La gente se educa en el movimiento, que no es lo mismo.Por otra parte tampoco creo que haya un solo proyecto clave. Ha habido infinidad de ellos, todos muy valiosos precisamente por esto que apuntas: por ser capaces de desplegarse al margen de Estado y mercado, en la autonomía  del movimiento.