Raimundo Viejo Viñas

Profesor, autor, traductor, editor, ciudadano activo y mucho más.

May

27

[ es ] ¿»Podemos» gestionar el éxito?



Una reflexión a no perder de vista. Poco antes de acabar la campaña Podemos tenía unos 190.000 likes. Hoy son más de 300.000. Al principio quienes defendimos que se tenía que presentar (incluso críticamente) fuimos sacrificados en el altar de las redes sociales, los mentideros activistas y demás espacios, por el hecho de hacerlo. Aunque muchos sospechaban que la hipótesis podía cobrar fuerza, el silencio expectante de no pocos amplificó la animadversión de los más opuestos. Desde la sorpresa del domingo se puede observar una euforia extraordinaria en las redes, un interés creciente por Podemos, una alegría de copa de fútbol. Solo un dato: el facebook de Podemos tiene ahora 100.000 nuevas incorporaciones. ¡En apenas un día!
En estas circunstancias hay algunas preguntas que no se pueden ya esquivar: ¿Qué pasará ahora? ¿Se convertirá Podemos en un partido al uso? ¿seguirá impulsando campañas electorales como ha impulsado esta, a golpe de elaboración programática e intervenciones de sus notables con procesos de movilización por la base? ¿hasta dónde pueden permanecer abiertos los círculos sin que se infesten de oportunistas de todo tipo que han olido nuevas cuotas de poder? ¿alguien cree que si hoy hubiese unas nuevas primarias se mantendría el perfil social (reflejo como pocos de la composición de la crisis)?

Podemos dispone, cierto es, de algunos mecanismos disuasorios para evitar derivas en lo más inmediato: nadie cobrará mucho, no se podrá repetir en los cargos, se habrá de pasar por el visto bueno de los círculos, etc. Con todo existen riesgos que las pocas medidas adoptadas no podrán evitar. Las CUP, que llevan ventaja en esto de controlar al diputado, ya han encontrado algunos problemas (el absurdo caso de Método 3, la elección de liberados sin demasiado criterio técnico a favor de perfiles políticos, l ausencia de mecanismos de rendimientos de cuentas no mediados por el propio aparato, etc.).

¡Ojo! Conste que este que ahora empieza es un debate infinitamente mejor que tener que estar denunciando una partitocracia inamovible, políticos profesionales, ausencia de rendimientos de cuentas. Ahora al menos hablamos de esa institucionalidad otra por construir. Insisto, empero, en lo que ya apuntaba ayer en los debates de las redes sociales. Que nadie se crea que Podemos es algo más que una experimentación más de tantas que se están llevando a cabo. Ciertamente, el exitazo electoral les ofrece muchas opciones, pero también les carga con mucha responsabilidad. Hoy, como cuando se presentaron, es preciso que los más honestos sean vigilados como el más ladrón. Es toda una institucionalidad democratizadora lo que está en juego. Esperemos que podamos.