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[ es ] Entrevista para Atlántica XXII sobre el panorama pre-electoral gallego
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Entrevista de Daniel Ripa para Atlántica XXII realizada el pasado 13 de septiembre.
¿Qué relevancia crees que pueden tener las elecciones vascas y gallegas en el contexto actual?
El de un fenomenal sondeo sobre la respuesta ciudadana a la crisis/estafa en que estamos metidos. Con sus diferencias evidentes, pero bajo el mando de un mismo Estado, ambas naciones pondrán de manifiesto los márgenes de intervención del Estado, seguramente mínimos en la Comunidad Autónoma Vasca, queda por ver si todavía amplios (mayoría absoluta) en Galiza.
¿Qué puede representar Bildu para la izquierda estatal?
Un modelo del que inspirarse: especialmente si la izquierda estatal deja de fijarse en marcas electorales y pasa de una vez a pensar mínimamente la política en términos de acción colectiva. No deja de ser sintomático que mientras la dirección de IU no para de asestar puñaladas a Gordillo, IU de Extremadura, etc., Bildu fue la primera organización en expresar su solidaridad inter/nacional.
¿Una potencial victoria reforzaría a la izquierda?
A la izquierda abertzale, claro, es evidente. A la izquierda española: para nada; sigue operando en unos niveles de autismo sorprendentes.
¿Bildu podría institucionalizarse?
Permíteme una precisión politológica, Bildu está perfectamente institucionalizada, sólo que fuera del régimen. Sólo desde la óptica del régimen se puede cuestionar su institucionalización. Otra cosa es si de lo que queremos hablar es de integración. Personalmente no creo que la haya; no desde luego mientras no haya cambios significativos respecto a los presos.
¿Quién es la Syriza gallega: Anova, EU, BNG o ninguno?
Es que la Syriza gallega, sencillamente, no existe. Dejémonos de monsergas sobre marcas electorales y empecemos a hablar en serio sobre lo que ha sido la relación notable/partido/movimiento. El BNG consiguió leer bien el tránsito gallego al postfordismo hasta mediados de los noventa con su modelo frentista y lo hizo, hasta tal punto, que consiguió el famoso «sorpasso» al PSOE. Luego, en la ola de movilizaciones altermundialista (Huelgas generales nacional y estatal, LOU, Prestige, Guerra de Iraq, etc.) se fue al traste por no haber sabido leer esas transformaciones. Desde entonces está en caída libre. Desafortunadamente nada de lo que he visto hasta ahora va en la dirección de subsunciones notable > partido > movimiento y, por contrario, sí en la dirección opuesta. Lo mejor del intelecto colectivo gallego, me temo, está callado o migrado. La política sigue en manos de los mismos «pessoeiros» de siempre (una vez más, política de notables y partido, no de movimiento)
¿Cuál crees que es la situación actual del BNG?
La de crisis definitiva y, por fin, reflexión. Han tenido gestos de regeneración bastante interesantes, pero de momento absolutamente insuficientes. Queda por ver que dispongan de la capacidad para sustraerse a los beneficios institucionales que les ha aportado el régimen todos estos años y dar pasos valientes.
¿Representa la socialdemocracia pactista con el PSOE?
No, es una lectura simplista del BNG. Su acervo es bien distinto, aunque tendencialmente muy conservador; de izquierda conservadora, se entiende. Si alguien quiere buscar paralelismos que mire, si acaso, a los espacios nucleados en torno al PCP. Al igual que los hermanos de alem-Minho (y en parte como el PCE) este BNG de la UPG (el BNG que queda) ha optado por ocupar el espacio abandonado de la socialdemocracia y derivar, con ella, a la derecha (la socialdemocracia al liberalismo, el BNG de la UPG a la socialdemocracia). El pactismo, con todo, es más táctico que estratégico. A diferencia de la subalternidad sin concesiones que han exhibido la IU (con posterioridad a Anguita), ICV (siempre) u otros, el BNG, recuérdese, fue capaz de imponerse al PSOE como principal fuerza de la oposición. Esto no es poca cosa y queda en la memoria.
¿Y la vuelta de Beiras? (¿No quiere abandonar la politica o estamos faltos de líderes que conecten con lo que está pasando fuera de los partidos?)
¿Se había ido? Beiras no puede irse: es una animal político (en el buen sentido, en el de zoon polítikon). Otra cosa es que como viejo macho alfa de la manada de lobos BNG, una vez relegado a beta por Quintana, prefiriese merodear intelectualmente por las periferias altermundialistas e independentistas antes de emitir su particular canto del cisne. Sería estupendo volver a verlo en la cámara y ya no sólo quitándose el zapato comoJrushchov sino lanzándoselo a Feijóo como hizo Muntazer al-Zaidi, el periodista iraquí que se lo tiró a Bush.
¿Puede alguno conectar con las demandas de más democracia propuestas por el 15M?
El problema es que eso que se dice 15M, que no existe como se piensa, ya que sólo es un acontecimiento que muta los repertorios de acción colectiva, consiste, precisamente en no ser representable por «uno». Así que ni Beiras, ni Rita la cantaora. Recuérdese: «no nos representan». La clave sigue siendo una democracia otra, absoluta, sin mediaciones individuales ni narcisistas; sólo una nueva institucionalidad, la articulación del intelecto colectivo en red. Beiras, me temo, no sea ya hombre de este tiempo. Su aportación, empero, es de las más grandes que se haya hecho.
¿La UPG ha presumido de ser uno de los partidos situados más a la izquierda en el Estado, controlando a su antojo el BNG, es un mito ?
En parte. La «U» siempre carga con todos los muertos. Cierto es que la matriz ideológica sobre la que se ha desarrollado conduce a esto: es víctima de su propia gramática política. La cuestión hoy, sin embargo, es que esta gramática se ha quedado obsoleta.
¿Ha explotado el BNG ?
Ha implosionado, más bien.
¿Se ha convertido el BNG en un partido que ha pasado de ser urbano y joven a rural y de mediana edad ?
El BNG nunca fue urbano; a lo sumo «vilego». Su «ADN» detesta lo urbano, subordina cualquier expresión de postmodernidad a una anécdota de marketing electoral. Nunca se quitaron el pelo de la dehesa. Con todo, está claro que en esta crisis pierde peso la parte menos proclive a la exaltación galeguista de lo rural.
¿Qué espacio va a representar IU en Galiza?
El mismo que ha representado hasta ahora: el de la anécdota tardofordista de Ferrol y Vigo con algunxs jóvenes despistados que no tardarán en desencantarse. Y conste que nada deseo más que equivocarme, pero conozco demasiado bien y de cerca el percal de las Yolandas Díaz.
Una parte de la izquierda se ha reforzado electoralmente desde el 15-M (IU, Bildu, Compromis, CUP…) mientras que otra, como el BNG, parece que no termina de encontrar su lugar, ¿por qué?
No metamos todo lo que crece en el mismo saco: es de un simplismo que engaña mucho. IU crece porque estaba bajo mínimos debido a la incompetencia de sus dirigentes. Aún es más, con la que está cayendo debería crecer el triple. Siguen siendo un paradigma de incompetencia. Bildu no crece, propiamente hablando: sencillamente se ha legalizado! Compromís crece sobre la inteligencia táctica, pero no sobre una base estratégica sólida. Y las CUP crecen sobre el municipalismo alternativo, pero con ambivalencias tan peligrosas como manifestarse junto a CiU. El BNG, en fin, ha evitado mientras ha podido, preguntarse lo que tocaba. Ahora es tarde para hacerlo solo.
¿Hay una falta de renovación en la política gallega?
Más que evidente. Sin embargo, ese no es el problema. Galiza siempre ha sido un caso paradigmático del «salida», «voz» y «lealtad» de Albert O. Hirschman. La migración siempre ha sido funcional a la lealtad. Con las redes sociales esto ha comenzado a cambiar. A pesar de ello, desafortunadamente, la losa de lo existente pesa de manera terrible sobre el país. La periferización del Estado español en la Europa neoliberal de la crisis tiene consecuencias dramáticas para la periferia de la periferia. En contraposición a esto, de momento al menos, no se están apuntando hipótesis políticas fuertes desde la Autonomía (desde ese abandonar la periferia para ser el propio centro de uno mismo). La única buena noticia es que la política del movimiento vive una fase ascendente de la ola de movilizaciones y pronto pasará el teatro electoral y nos devolverá al desierto de lo real.
¿Qué influencia puede tener el 15M en estas elecciones?
El 15M no existe, son los padres. Bromas a un lado. El 15M no es un actor político que juegue en el terreno de la democracia representativa y, por consiguiente, no se mide respecto a esta. Es absurdo. Entiendo que a la política de notable y de partido que no quiere subsumirse en la de movimiento le preocupe terriblemente perder su hegemonía y por eso pregunte por cómo reducir el 15M a un actor, a una representación apropiable. El problema, no obstante, es que el 15M es un acontecimiento, un clima, una mutación repertorial que no es funcional a las reglas del juego representativo por ser, en sí, el horizonte absoluto de la procedimentalidad democrática. Maquiavelo y Spinoza se están comiendo con patatas (de A Límia, por supuesto!) a Locke, Rawls y toda la tradición (neo)liberal. Y si no, tiempo al tiempo.
¿Un presumible fracaso del PSOE en estas elecciones vascas y gallegas va a reforzar al PP y a mover al PSOE hacia la izquierda?
No. El PSOE espera y aspira, como antes el PP, que el péndulo turnista les devuelva al reparto de poder. No quieren hacer oposición al neoliberalismo, quieren gestionarlo. Su capacidad de regeneración democrática es la única inferior en todo el Estado a la de IU, que ya es decir.
Hay una creciente división entre los discursos re-centralizadores (PP, UPyD -que puede entrar en el parlamento gallego-, MarioCondes…) y el crecimiento de los partidos nacionalistas, con unas opiniones públicas cada vez más posicionadas en uno de los bloques: ¿puede que el conflicto nacional a la vista oculte el conflicto social?
De nuevo permítaseme una clarificación de teoría política. El conflicto nacional es un conflicto social, es el hecho de la discriminación por haber nacido en una condición. Esto en Galiza, además, discurre en paralelo con los alineamientos de clase. Somos una nación donde ser nación es inequívocamente un perder de clase en el State-building español y, con ello, un sufrir por partida doble el mando biopolítico. El discurso centralista tiene poco recorrido en Galiza más allá del terrible recorrido ya realizado. Dudo que UPyD llegue a entrar nunca en O Hórreo después de los comentarios racistas de Rosa Díez: me temo que no haya suficientes neofranquistas madrileños viviendo en Galiza. Otra cosa es que el particular centralismo del PP en Galiza, se vea reforzado con la crisis y pueda consolidar el desmantelamiento del Estado de las autonomías. Para ello necesita, sin embargo, que el PP consiga derrotar en Madrid a catalanes y vascos. De momento al menos, la herencia política de Ramón Piñeiro sigue marcando un «limes» al régimen.