Raimundo Viejo Viñas

Profesor, autor, traductor, editor, ciudadano activo y mucho más.

Oct

15

Esquerra panza arriba


En el horizonte electoral más inmediato, los republicanos ya habrían definido los contornos de sus aspiraciones: lograr que el independentismo sea hegemónico en la política catalana para ocupar la centralidad de esa misma hegemonía.

Tras la crisis del Govern provocada, mal llevada y peor resuelta por Junts, la política catalana se adentra en una nueva etapa. El error de sugerir una moción de confianza salió caro a los de Borràs y Turull. Esquerra no dejó pasar la oportunidad y dio un golpe de timón. En apenas un par de días pasó página y zanjó la crisis con un giro estratégico que está dando que hablar: un gobierno monocolor ampliado con algunos independientes de espacios políticos colindantes (Nadal del PSC, Campuzano del PDCat/CDC y Ubasart de Podemos/Comuns).

Las lecturas de esta operación han sido variadas, con sesgos evidentes y agrupables a grandes rasgos en tres opciones. El independentismo ha querido ver el primer paso hacia un tripartito con PSC y Comuns, hoy todavía tabú, pero que se asume inevitable. Versión sospechosamente familiar, aunque de sentido contrario, la del centralismo conservador que acusa a Sánchez de facilitar oxígeno al independentismo con el único objeto de salvar sus propios presupuestos. En una tercera interpretación encontramos un cierto enfado del progresismo catalán, que daba por descontado que entre un tripartit independentista y otro progresista no había nada de por medio.

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